Mirad: Una traza de calor: Final definida en la bajoraya del actual temporal. Para intrarrumpir soledades celestes así trembrenqueando con gusto y suso brr bajo las gruesas capas pesadumbras que ayudan a adumbrar la pena umbría de ultratumbra. Dormir! Como si no fuese minado sin costas esta de muertos tropezantes seca dura quebrada tierra el despacio paso por el espacio plano irremediable de una sintreguera intrigosa de silencios henchida guerra! Dormir entonces diga! Le parece??
Pero interviene el tetè que tetejedí sin enterrarme del todo por nabo y ortolisto laguminado. Ahí pasa sus dedos de calibre pajarero y a las tisbas si nos vimos, a los tiestos si plantamos. Todo igual: Inrumpe y jode, rode y triunva con tibiezas inaceptadas; Medte sus escrabismos entre injurias lurias y mosos lovos symbolizando socialmente sofocadas futuramas, tantas de otras víctimas del irrealismo sinviático. Puede ser que se corte de esta manera, sin san ni tan ni menos pan, a la que te truje del río, como canasta sin retoñales, en estos días de quete que te quete y demás insorbibles caselismos de medio o más milenio? Entorpese, cansa ansina, tener que tener traductor de traductor.
Así es como es lo que es.
Pero el Higor del cual, ya se sabe, soy Higo! Cómo exemplicar que en mi de muerte incluso pueda el lecho aprontarme de vida cristal y lúcida un quién sabrá si hasta salvatríz tramo!? Sigue a pesar del grávido impávido hacia la nadista nada marchante infaltíblemente sin tos ni trapos ni torpes tropezos ni trampas ni tretas concurriendo y discurriendo y transcurriendo y corriendo y riendo! Por esto es que la Vera PosVesna, chiquilla del Ícono Parágono Ivan Martovich Gomeznov (por de algún intelectible modo largarlo sublingualmente) hiere y duele y huele; hiede, muere e hile. Asá es cuanto hay lo que hay.
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